Logos ¿Cómo elegir uno?

Existen varios tipos de logos y no siempre es sencillo decidir cuál escoger para tu empresa. A fin de cuentas, un logo no es un simple dibujo o símbolo, sino que va a ser uno de los embajadores de la compañía, por lo que hay que ser muy meticuloso a la hora de elegirlo para no errar.

Por ello, la creación de un buen logotipo requiere de cierto grado de imaginación, así como de conocimientos técnicos y comprensión de la psicología del color.

¿Que es un logotipo?

Como bien sabes, el logotipo acompañará, o más bien precederá, a la empresa constantemente en el desarrollo de su actividad transmitiendo parte de su identidad. Por ello, antes de hablar de los tipos de logos hay que definirlos.

Un logotipo es una representación gráfica que permite al público en general identificar de un vistazo a una empresa, una marca, una asociación, etc. Por tanto, se trata de una parte esencial de su identidad visual; motivo por el que debe ser único para diferenciarse de sus competidores.

Como en muchas ocasiones será la primera herramienta de tu compañía para comunicarte con tus clientes, el primer elemento de contacto, debe estar muy meditado. No debes dejar un factor tan importante como la elección de tu tipo  de logo a merced de la suerte.

Un logotipo de calidad será parte de la identidad corporativa de la empresa. Debe ser sencillo y prescindir de elementos decorativos superficiales que no aporten nada para transmitir tu mensaje de marca. Además, para diferenciarte de las otras firmas, debe ser original y fácilmente recordable.

Su diseñador debe conocer a fondo la empresa y a su público, solo de esta manera logrará captar y plasmar la esencia de la marca en el tipo de logo que desarrolle. Si el trabajo es de calidad, los colores, formas y símbolos estarán adaptados y orientados a los clientes potenciales.

Además, para que sea versatil, debe estar vectorizado. Solo de esta manera podrás adaptarlo a diferentes formatos y te valdrá tanto para las tarjetas de visitas como para una gran valla publicitaria.

Lo ideal es contar con un logotipo atemporal para que sobreviva al paso del tiempo. No obstante, como las tendencias de diseño cambian con el tiempo, hacer pequeños retoques a veces es una buena forma de mantenerlo modernizado. Asegúrate de que, elijas el tipo de logo que elijas, este aceptará este tipo de actualizaciones.

Por último, asegúrate de inundar todo con tu logo. El membrete de las facturas, el letrero de tus tiendas, la firma de los correos electrónicos, etc. Si es de calidad, transmitirá a la perfección el espíritu de tu compañía, así que siéntete orgulloso de él y muéstralo siempre que puedas.

Existen miles de posibilidades para configurar tu logotipo: formas, estilos, tipografías, etc… Pero recuerda, no todos los tipos de logo sirven para representar tu compañía y su actividad. ¡Veamos qué opciones tienes!

Tipos de logos

Aunque las posibilidades de configuración son prácticamente infinitas, los tipos de logo existentes no lo son.

Podrían clasificarse en cuatro grandes segmentos, cada uno de ellos con unas características y unas fortalezas de diseño propias:

  • Logotipo: solo texto.
  • Isotipo: solo símbolo o dibujo.
  • Imagotipo: combina texto y símbolo, pero no los entremezcla.
  • Isologo: fusiona texto y símbolo. No son divisibles.

A continuación te mostraré las características de los tipos de logos (logotipos, isotipos, imagotipos e isologos) para que puedas reconocerlos y diferenciarlos de ahora en adelante con facilidad. ¡Presta atención!

Logotipo

Aunque se utilice de forma genérica para designar todos los tipos de emblemas de las compañías, el logotipo es por sí mismo uno de los tipos de logos existentes. Su principal característica es que está compuesto única y exclusivamente por palabras o elementos legibles.

Un logotipo es, por definición, la representación gráfica de las letras o tipografías que componen el nombre principal de la marca. Puede estar representado con un color determinado o una determinada curvatura y grosor, pero siempre serán solo letras.

Algunos ejemplos de marcas que cuentan con logotipos son: DIsney, Coca-Cola, Telefónica, Google o Zara.

Isotipo

El isotipo, al contrario que el logotipo, consta única y exclusivamente de imagen o símbolo para representar la marca y que los usuarios la identifiquen.

El isotipo, al ser solo imagen, requiere de los usuarios que recuerden la marca, pues no contarán con texto para saber cuál es. Por tanto, un isotipo requiere de la realización de una campaña de imagen para calar en la memoria de los individuos.

Un buen ejemplo de empresa que ha utilizado el isotipo de forma más que inteligente es la compañía de la manzana mordida, Apple. Además de contar con un isotipo más que reconocible, han realizado campañas de calidad, por lo que con un simple vistazo reconocemos la compañía.

Evidentemente, no es la única empresa que cuenta con un isotipo como logo. Algunos otros ejemplos son: Nike, Twitter, Android, Chrome, Safari, VolksWagen, etc.

Imagotipo

Un imagotipo es, básicamente, la suma de un logotipo y un isotipo. Para muchos se trata del perfecto equilibrio entre imagen y texto, ya que en el imagotipo ambos elementos trabajan juntos y se refuerzan con un mismo fin.

Pese a que sumen esfuerzos y trabajen juntos persiguiendo el mismo fin, hay que destacar que ambas partes del imagotipo están más que diferenciadas, por lo que en todo momento son divisibles.

En un imagotipo nada está fuera de lugar, los elementos pictográficos y el texto deben estar en perfecta armonía y trabajar visualmente al unísono.

Algunos de los ejemplos de imagotipo que con más facilidad se vienen a la cabeza son: Carrefour, Amazon, Jaguar o Banco Santander.

Al igual que el imagotipo, el isologo cuenta para su formación con la suma de elementos pictográficos y texto. No obstante, hay una gran diferencia entre ellos: imagen y texto no son divisibles.

En un isologo, la parte textual, el logotipo, no funciona sin la parte visual, el isotipo. Dicho de otra forma, por separado carecen de significado, no representan a la marca a la que juntos sí.

Los isologos son uno de los tipos de logos menos comunes entre las empresas, por lo que es una manera excelente de comenzar a diferenciarte de la competencia si lo trabajas de forma efectiva.

Algunos de los ejemplos de isologos más reconocibles son: NASA, Burger King, Starbucks Coffee, Nissan, BMW, Harley Davidson, UPS o Intel.

6 sencillos pasos para elegir tipos de logos

En primer lugar, “zapatero a sus zapatos”. Si no eres un profesional del diseño ni cuentas con una creatividad diferencial y la capacidad de plasmarla, hazte un favor y ponte en manos de profesionales. ¡Te estás jugando demasiado con tu logo!

Si pese a la advertencia quieres intentarlo, sigue estos sencillos pasos para aprender cómo hacer tu propio logotipo. Quién sabe, ¡quizá hasta termines descubriendo un talento oculto o una pasión que desconocías!

  • Sé original
  • Entiende la marca
  • Céntrate en el color
  • Céntrate en el nombre
  • Sencillo y flexible
  • Sé paciente

Sé original

El logo es fundamental en toda estrategia de branding, pues te ayudará a distinguirte de tus competidores. Por tanto, no tendría demasiado sentido comenzar a diferenciarte de ellos copiándoles, ¿no crees? Además, no debes buscar solo la originalidad, sino también la creatividad y la inteligencia.

De hecho, estas te ayudarán también a lograr la originalidad en el diseño de tu logo. ¿Acaso el símbolo de Apple es un teléfono o un ordenador? ¿Es el símbolo de Jaguar un coche? El pensamiento creativo te ayudará a lograr resultados diferenciales, no lo subestimes.

Entiende la marca

Como dije anteriormente, el logo es como una carta de presentación para la empresa. Muchas veces supondrá el primer contacto con el público objetivo, lo primero que conocerá de ti el consumidor. ¿Qué quieres transmitirle?

Conocer bien la historia de la compañía, el catálogo de productos, su target, sus aspiraciones y, en definitiva, entender perfectamente la marca te permitirá transmitir exactamente aquello que deseas.

La importancia del color

Cada color e incluso cada tono tiene un significado y unas implicaciones que afectarán a tu imagen corporativa. La elección del color no es algo que se deba hacer a la ligera.

Un logotipo de tono apagado transmite sofistificación, pero podría ser pasado por alto. Por contra, uno con colores brillantes puede llamar la atención, pero quizá no lo haga para bien al resultar demasiado temerario.

¿Conoces qué transmite cada uno de los colores del Pantone? ¡Aquí te dejo los principales!

  • Azul: profesionalidad y calma.
  • Rojo: dinamismo y pasión; también peligro.
  • Verde: naturaleza, ética y crecimiento.
  • Amarillo: calidez, alegría, positividad.
  • Naranja: modernidad, vitalidad y juventud.
  • Morado: lujo y sabiduría, pero también misterio.
  • Rosa: delicadeza, lo femenino, inocencia.
  • Marrón: lo masculino, lo rural, la tierra.
  • Blanco: pureza, sencillez y nobleza.
  • Negro: poder y sofistificación; también la muerte.

La importancia del nombre

Algunas empresas optan por apostar únicamente por elementos visuales puros y duros, sin textuales; es decir, por un isotipo. No obstante, para poder llegar a este punto tendrás que haber realizado una campaña muy potente para que tu logo sea reconocible por el público.

Otras en cambio, algunas muy potentes como Coca-Cola o Ray-Ban, apuestan exclusivamente por los elementos textuales, pero jugando con la tipografía.

Si tu logo va a contar con elementos textuales, asegúrate de no elegir fuentes extrañas para tus letras, de utilizar el espacio negativo y de jugar con las diferentes fuentes ya existentes hasta alcanzar los resultados deseados.

Apuesta por la sencillez y la flexibilidad

Procura que el aspecto general de tu logo sea tranquilo, agradable, con una combinación equilibrada. Que sea peculiar, pero que tampoco requiera sentarte frente a él durante horas para lograr entenderlo.

Además, teniendo en cuenta los tiempos en los que vivimos, debes plantear tu logo para que aparezca en diferentes soportes y dispositivos. Asegúrate de que funcionará igual de bien tanto en papel como en la pantalla de un teléfono móvil.

Además, un buen logo debe poder ser actualizado para no quedar anticuado y perder efectividad. No es un elemento que se pueda cambiar constantemente, así que debe ser casi evergreen, pero en caso de necesidad debes poder modernizarlo.

Nunca jamas uses un foto como logotipo

¡Ten paciencia!

Por fin has terminado tu logo y estás fascinado con él, eres un auténtico genio del diseño; pero al mostrar tu logo al público no recibes el feedback que esperabas. Tranquilo, la aceptación de un logo no es algo que ocurra de la noche a la mañana.

Los logos de grandes compañías también requirieron de tiempo para ganarse la aceptación del público, con el tuyo no iba a ocurrir algo diferente. Sé paciente y espera, no desesperes e introduzcas cambios en el diseño.

Si definitivamente estás convencido y vas a diseñar el logo de tu compañía, ¡mucha suerte en tu empresa! No obstante, recuerda: tienes a una Agencia de Diseño a un solo ‘clic’ siempre que lo necesites.

 

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